Entendemos que vivimos con miedo a equivocarnos, nadie quiere equivocarse Según Daniel Goleman, el miedo es un esquema cerebral de adaptación al entorno y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, el cual le permite a la persona responder ante situaciones adversas con rapidez. En ese sentido, es normal y beneficioso para todos los seres vivos tener miedo.
Equivocarse es normal, muchas veces indica que estás realizando actividades nuevas y aprendiendo; haciendo más amplias tus habilidades, destrezas y capacidades.
¡Que no estás estático! Y estamos acostumbrados a relacionarlo con algo malo.
Según Vygotsky considera que el aprendizaje estimula y activa una variedad de procesos mentales, es una actividad transformadora; aunque resulte de aciertos o de desaciertos.
Entonces; Como explica la profesora de matemáticas de la Universidad de Stanford Jo Boaler en un artículo publicado por la revista especializada YouCubed, “los errores desarrollan el cerebro”. Según Boaler, equivocarse aumenta la actividad sináptica, ya sea que nos demos cuenta de nuestro error o no.
“Las investigaciones recientes acerca del cerebro y los errores son tremendamente importantes para los padres y los profesores puesto que nos dicen que cometer un error es algo muy bueno. Los errores no son solo oportunidades para aprender, que es como los estudiantes suelen considerarlos, sino que son también oportunidades para que el cerebro se desarrolle y crezca. Comprender su potencial es crítico, puesto que, en general, los niños y los adultos se sienten fatal cuando se equivocan.” señala Boaler.
¿Sabías que Albert Einstein, J.K Rowling, Michael Jordan, Bill Gates, Steve Jobs y Walt Disney fueron considerados personas sin talento, sin creatividad y sin virtudes? Todo esto debido a que Einstein tenía malas notas, Steve Jobs fue despedido de su trabajo; Disney trabajaba en un periódico y lo despidieron por no tener creatividad, a J.K Rowling le rechazaron sus libros de Harry Potter en 12 editoriales… ¿Pero qué pasó al final? Todos esos errores o fracasos hicieron que hubiera aprendizaje y esfuerzo. ¡No más miedo a equivocarse! Ambas circunstancias son normales y está bien; así que aprende a sacarle provecho a tu situación menos placentera.
Ahora que podemos ver de otra manera los errores, el miedo y las equivocaciones; es esencial que tengamos herramientas para saber manejar esto en los niños.
Es de suma importancia apoyarle en reconocer sus emociones y necesidades, esto les hará saber que sus emociones son válidas y que son un proceso natural. Así podrá ir construyendo herramientas que le servirán a lo largo de su vida.
El estrés, ansiedad y frustración son emociones y sentimientos que experimentará a lo largo de su vida; si él comienza desde pequeño a comprender la naturalidad de sus emociones, vivirlas y no negarlas en el que momento llegan y la manera de trabajarlas; podrá crecer como un niño y por consecuencia un adulto inteligente emocionalmente.
Plantea cuál es tu meta principal en la crianza. Profundiza en tu historia, reconoce tus creencias, ve tus heridas y necesidades, sana tu propia vida y asuntos pendientes, trabajar en ti mismo es el regalo más grande que puedes ofrecerle a tu hijo. Padres plenos que identifican sus emociones y que tienen herramientas para trabajar conflictos, crían hijos e hijas que aprenden de ellos.
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