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NIÑOS AVENTUREROS

En la segunda infancia y en la vida general, es necesario que la mente se mantenga activa. El cerebro se alimenta de conexiones nuevas y experiencias que nos sorprendan para mantener viva nuestra capacidad de asombro.



El cerebro está formado por más de 100.000 millones de neuronas, son demasiadas oportunidades…Sin embargo, no es tan importante la cantidad de neuronas como el número de conexiones que hay entre ellas.


Las conexiones que se utilizan se fortalecen; pero las que no, acaban muriendo.

Estimular esa plasticidad del cerebro, y mantenerlo ágil y en buena forma, es posible, debido a esto debes recurrir a las aventuras y nuevos descubrimientos sin importar la edad, ya que ayudará a fortalecer tu salud mental.


No es necesario ir al Amazonas o escalar el Everest para mantener tus neuronas activas, lo que haces día con día puede ayudarte tanto como un viaje emocionante: Caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta son buenas actividades físicas para tu cerebro porque implican un esfuerzo cardiovascular. Pero si, además, la actividad que practicas trabaja la coordinación y el pensamiento, aún mejor. Un estudio publicado en la revista PLUS ONE revela que practicar 15 minutos al día de ejercicios o juegos de entrenamiento cerebral mejora la agilidad mental y la velocidad de procesamiento.


"Vivir nuevas experiencias y tener aventuras fomentará la estimulación de nuestra creatividad, inteligencia y nos dará beneficios increíbles."

Mejora las habilidades comunicativas y sociales, aumenta la creatividad y la innovación ya que enclaustrado en la rutina diaria, es muy probable que las ideas creativas no fluyan. Para ello, viajar o hacer actividades distintas puede resultar una terapia efectiva para que la imaginación y el pensamiento se potencien. Tener experiencias nuevas proporciona las herramientas necesarias para cuestionar nuestro entorno y nuestros valores más arraigados. Además, puede potenciar habilidades y capacidades que teníamos latentes y desarrollar un espíritu crítico y abierto a la experiencia.



Para crear niños aventureros es importante

explotar su curiosidad al máximo.


La curiosidad de los niños es infinita. Desde que nacen, empiezan a sentir interés por todo lo que los rodea.

La curiosidad en los niños es el primer paso para su aprendizaje.

Algunos padres sin darse cuenta pueden ver esa curiosidad como inoportuna y negativa. Esto puede llevarlos a coartar la curiosidad natural del pequeño. Pero recuerda que padres creativos y aventureros hacen hijos creativos y aventureros.

A los niños se los conoce como pequeños investigadores, ya que casi desde que nacen son naturalmente curiosos. Se ponen en contacto palpando, tocando, mirando y observando los objetos y a las personas que lo rodean.



¿Te ha pasado que te preguntan absolutamente TODO?

Juega con su creatividad y responde de una forma original, comparte dibujos, actividades, películas y excursiones alrededor de sus preguntas. Enseñar a cuestionar y explorar es ideal para comprender el para qué de todo lo que se le pide, entre eso las reglas de tu hogar y del comportamiento.


3 formas en que la curiosidad motiva al cerebro

a APRENDER

  • Activa y moviliza la dopamina; un mensajero químico o neurotransmisor para lograr objetivos, ayudando a recordar información.

  • Se beneficia el hipocampo, uno de los centros cerebrales, fundamental en la formación y consolidación de la memoria a largo y corto plazo.

  • El tándem o la combinación del sistema de recompensa e hipocampo facilita el aprendizaje y receptividad de la información, hasta de la que no es de interés o importancia.


Beneficios que aporta la curiosidad en los niños


Apenas empiezan a hablar, los niños comienzan a hacer muchas preguntas. El que mantengan sus ojos curiosos bien abiertos al mundo para aprender les reporta muchos beneficios:

  • Fortalece sus relaciones con otros.

  • Protege su cerebro.

  • Los ayuda a crecer.

  • Contribuye a que superen la ansiedad.


Te dejamos este ejercicio para que practiques:


Cada semana (o diario, si eres lo suficientemente valiente) plantéate UNA actividad que nunca hayas hecho o hagas muy poco. Por ejemplo ¿Haz horneado un pastel o galletas desde cero con la ayuda de tu hijo (a)?, ¿Alguna vez haz rellenado globos de pintura y aventados dardos con tu familia para hacer una obra de arte en una cartulina o pared?, ¿Alguna vez se han levantado muy temprano en familia a hacer una actividad deportiva? o bueno, actividades más sencillas… ¿Te has lavado los dientes con la mano izquierda durante una semana? Piensa en aquello que nunca haces, sal de tu rutina, alimenta tu cerebro con novedades, no hay nada que le caiga mejor a la mente que algo que NUNCA HAZ REALIZADO.



Y recuerda, hay tantas oportunidades como minutos en el día. Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos el océano… ¡Imposible aburrirse entre tantas posibilidades!


“Lo que eres es lo que has sido, lo que serás es lo que haces a partir de ahora”. Buda


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